miércoles, 20 de febrero de 2013

NO AL INSULTO!>>


<<¡ NO AL INSULTO!>> Los árbitros y los entrenadores acusan a los padres de los futbolistas de alimentar los insultos y vejaciones en las categorías inferiores. Un estudio muestra que en un 80% de los casos el principal culpable del ambiente de crispación son los padres. Es una escena que se repite todos los fines de semana en muchos campos españoles. La violencia verbal en el fútbol traspasa el ámbito profesional y se está instalando en las categorías inferiores. Los futbolistas son niños que tienen entre 6 y 16 años y que juegan al fútbol en escenarios cargados de quejas e insultos despiadados los padres transmiten en los campos deportivos sus frustraciones vitales y la pagan con los árbitros”. No obstante, rara vez los partidos concluyen en sucesos trágicos. Los aficionados descargan sus iras en los árbitros, pero los casos de violencia son aislados, los aficionados del fútbol base se dedican a abuchear al árbitro en vez de animar a los niños. Los insultos son constantes en cada partido. “Da igual que el árbitro acierte en sus decisiones. El aficionado siempre percibe que el árbitro perjudica a su equipo”. Se trata de un agravio que influye en la labor del colegiado: “Las circunstancias externas impiden concentrarte plenamente en el partido”. Los padres insultan todo lo que no han insultado a lo largo de la semana; lo que no se atreven a decir en su casa o en su trabajo”. Pero le preocupa más la educación de los niños: “Los críos aprenden rápidamente lo que hacen sus padres. Si lo primero que hacen es insultar, el niño insultará. Y no solo en el fútbol... Vivir estas situaciones no es lo más adecuado para un niño”.